Se recibió de abogado en la Universidad Nacional de Asunción y trabajó por algún tiempo en el periodismo, escribiendo para El Liberal y El Diario. En 1926, cuando apenas contaba con 18 años de edad, publicó su primer cuento, EL HONOR DE UN CASTELLANO, en la revista asuncena Mundo Paraguayo.
En 1933, como Auditor de Guerra, estuvo en el Chaco durante seis meses, experiencia que le sirvió para escribir el cuento A RATOS PERDIDOS, única vez que trató el tema de la guerra.
Desde 1935 hasta 1952 estuvo radicado en la ciudad argentina de Posadas donde escribía y trabajaba en su profesión de abogado. En el 52 se trasladó a Buenos Aires, donde vivió hasta el día de su fallecimiento.
Considerado por el propio Augusto Roa Bastos como el fundador de la narrativa paraguaya contemporánea, Casaccia vivió la mayor parte de su vida en la Argentina, donde creó y publicó casi todas sus obras.
Andrea susana Nuñez Benitez
estudiante de la carrera de ciencias de la información.
Facultad politécnica-UNA